TD Bank

Estados Unidos impone duras sanciones a TD Bank por facilitar lavado de dinero

El gobierno de Estados Unidos impuso una histórica sanción de US$ 3.000 millones a TD Bank tras descubrir que la entidad financiera permitió durante años operaciones de blanqueo de capitales vinculadas al narcotráfico. Las autoridades acusan al banco canadiense de haber actuado como canal para redes criminales que movieron cientos de millones de dólares sin ser detectadas.

La acusación principal apunta a una falta estructural en los mecanismos de control. Entre enero de 2018 y abril de 2024, más del 90% de las transacciones no fue monitoreado por el sistema interno del banco, lo que permitió que al menos tres organizaciones dedicadas al lavado de dinero canalizaran más de US$ 670 millones.

Uno de los episodios más graves revela que trabajadores de TD Bank llegaron a aceptar tarjetas de regalo por más de US$ 57.000 como sobornos para procesar grandes sumas en efectivo —más de US$ 470 millones— evitando las alertas obligatorias. Esta práctica, según el Departamento de Justicia, respondía a una cultura interna permisiva que ignoraba señales claras de actividad ilícita.

El acuerdo alcanzado con las autoridades incluye una admisión de culpabilidad por parte del banco y el pago de US$ 1.800 millones al Departamento de Justicia, además de una sanción récord de US$ 1.300 millones impuesta por FinCEN, la red del Tesoro encargada de combatir delitos financieros.

Como parte de la penalización, la Oficina del Contralor de la Moneda bloqueará la expansión del banco en territorio estadounidense y obligará a trasladar su unidad de cumplimiento normativo al país. Además, un supervisor externo vigilará a TD Bank durante los próximos cuatro años para garantizar que aplique los correctivos necesarios.

Desde el Tesoro estadounidense, Wally Adeyemo —subsecretario de la entidad— aseguró que el banco ofreció “terreno fértil” para operaciones ligadas al tráfico de drogas, la financiación del terrorismo y otras actividades delictivas. “Mientras la mayoría de las instituciones financieras colaboran con nosotros para defender la integridad del sistema, TD Bank eligió mirar hacia otro lado”, subrayó.

El impacto fue inmediato en los mercados. Las acciones del banco cayeron un 6% en Wall Street luego de conocerse la noticia, que sorprendió incluso a los analistas más críticos. John Aiken, de Jefferies, señaló que “el consenso era que no habría límites regulatorios al crecimiento de TD”, pero ahora el escenario cambió radicalmente.

El caso se suma a una creciente preocupación dentro de EE.UU. sobre cómo los cárteles de droga, especialmente los mexicanos, logran infiltrar sus ganancias en el sistema bancario formal. Autoridades del Tesoro y del IRS han intensificado en los últimos meses sus contactos con bancos pequeños y plataformas digitales, buscando rastrear estos flujos ilegales con mayor precisión.

Desde el Congreso, hubo voces que consideraron insuficiente la sanción. La senadora Elizabeth Warren calificó la medida como “una advertencia vacía” y lamentó que ningún alto ejecutivo haya sido responsabilizado directamente: “Los grandes bancos ven estas multas como parte del negocio. Si nadie va preso, el mensaje es que pueden volver a hacerlo”.

No es la primera vez que TD Bank enfrenta acusaciones graves. En 2023, aceptó pagar US$ 1.200 millones por su vinculación con un esquema piramidal multimillonario liderado por Allen Stanford. Aunque entonces negó cualquier culpa, el nuevo escándalo deja a la entidad en el centro de la tormenta regulatoria más dura de su historia.

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